H. G. Wells: “History is a race between education and catastrophe”.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

4º CC.SS. - TEMA 1 - Esclavos comprados con conchas



Las conchas cauris constituyen un curioso fenómeno de un sistema monetario utilizado durante siglos en el Océano Índico, África y algunos puntos de Europa, sobre todo para el tráfico de esclavos. Las conchas cauris (Cypraea moneta) se extraían en las islas Maldivas desde el siglo IX y se distribuían desde aquí a la costa malabar y a las caravanas de comerciantes que se adentraban en África. Las conchas se obtenían al lanzar al mar hojas de palmera a las que se adherían los moluscos; una vez secados al sol, se enterraban en la arena y se lavaban para agruparse finalmente en lotes de 12.000. Todas las conchas eran entregadas al sultán, que lo cambiaba por arroz, tejidos y sal. Curiosamente, el cauri no se utilizaba como dinero en las islas sino el larin, una especie de anzuelo de plata.

Antes de los europeos había dos rutas: una casi local, la de Bengala, vital para las Maldivas, que adquirían de esa manera arroz, y una segunda que se dirigía al oeste, básicamente monopolizada por mercaderes árabes, y que concluía en El Cairo. A partir de la llegada de los europeos las conchas se utilizaban como lastre de los barcos. Llegaban a a Amsterdam o Londres, donde se subastaban y se llevaban a África para la compra de esclavos. Desde el siglo XVII británicos y holandeses compitieron por el monopolio del comercio del cauri. En 1520 un varón adulto costaba siete cabras o 6.000 conchas; en 1680, entre 10.000 y 31.000 conchas por esclavo; en la década de 1710, entre 40.000 y 50.000 cauris; en la de 1760, 80.000 conchas; en la de 1770, de 160.000 a 176.000 conchas por esclavo.

El hundimiento del cauri comenzó con la prohibición legal de la esclavitud en 1807. Posteriormente, los europeos comenzaron a utilizarlo de nuevo para pagar el aceite de palma, pero se acabó abandonando cuando los comerciantes alemanes introdujeron el Cypraea annulus de Zanzíbar, lo que produjo una gran inflación. A finales del siglo fue abandonado cuando la autoridad colonial no lo aceptó como moneda para pagar impuestos.

En la actualidad el cauri se utiliza como objeto de adorno.